domingo, 12 de febrero de 2012

Estilo. Bukowski

          Algunas veces una película, un libro, una canción, el jirón de una frase suelta oída en un vagón, o un poema olvidado te atenaza con sus mandíbulas alguna víscera secreta que ignorabas poseer. No suelta su presa fácilmente. Lo más probable es que te espete claramente aquello que por anticipado ya te estabas temiendo. Tu marido te engaña, tu padre es idiota, nunca te curarás, el cielo no es azul. Cualquier cosa. En ese momento pareces un gato cazando moscas, o sombras o fantasmas o lo que cace un gato visionario.

          No deja de tener su gracia, su paradoja preñada de ironía, que sea Bukowski, con su fama bien ganada de borracho impenitente, machista, lenguaraz, maleante, sucio y adusto, el hada espectral que se me aparezca y me sacuda un directo a la nariz en forma de poema precisamente acerca de la absoluta relevancia del estilo, del arte. Y un poema que por sí solo, es un recital. Por algo era un maestro en el arte de estas descuidadas antítesis, donde parece que sólo nosotros nos damos cuenta de que dos trenes a todo trapo circulan por la misma vía hacia el mismo punto de choque.

Style is the answer to everything.
Fresh way to approach a dull or dangerous thing.
To do a dull thing with style is preferable to doing a dangerous thing without style.
To do a dangerous thing with style, is what I call art.
Bullfighting can be an art.
Boxing can be an art.
Loving can be an art.
Opening a can of sardines can be an art.
Not many have style.
Not many can keep style.
I have seen dogs with more style than men.
Although not many dogs have style.
Cats have it with abundance.


When Hemingway put his brains to the wall with a shotgun, that was style.
For sometimes people give you style.
Joan of Arc had style.
John the Baptist.
Christ.
Socrates.
Caesar.
García Lorca.
I have met men in jail with style.
I have met more men in jail with style than men out of jail.
Style is a difference, a way of doing, a way of being done.
Six herons standing quietly in a pool of water, or you, walking 
out of the bathroom naked without seeing me. 

Suena mejor en inglés, pero me he permitido parafrasearlo en castellano.


El estilo es la respuesta a todo.
Una manera desenvuelta de afrontar algo sórdido o peligroso.
Hacer algo sórdido con estilo es mejor que hacer algo peligroso sin estilo.
Hacer algo peligroso con estilo, es lo que yo llamo arte.
Torear puede ser un arte.
Boxear puede ser un arte.
Amar puede ser un arte.
Abrir una lata de sardinas puede ser un arte.
No muchos tienen estilo.
No muchos pueden conservar el estilo.
He visto perros con más estilo que hombres.
A pesar de que no muchos perros tengan estilo.
Los gatos lo tienen en abundancia.


Cuando Hemingway estampó sus sesos en la pared de un disparo, eso era estilo.
Algunas veces la gente te aporta estilo.
Juana de Arco tenía estilo.
Juan el Bautista.
Cristo.
Sócrates.
García Lorca.
He encontrado hombres en prisión con estilo.
He encontrado más hombres en prisión con estilo que hombres fuera de prisión.
El estilo es una diferencia, una manera de hacer, una manera de ser hecho.
Seis garzas sosegadamente erguidas en un estanque, o tu, que sales
Del baño caminando desnuda sin verme.


          Desde el primer verso nos susurra un requerimiento absoluto y aparentemente desmesurado, desmedido. El estilo es la respuesta a todo. Al dolor, al desamor, al abandono, a la derrota, a la cárcel, al frío, a la muerte misma. Como manso rebaño que somos, estamos habituados, amaestrados para pensar de otra manera, a ser productivos, a ser positivos, que todo tendrá arreglo, que te curarás, que no envejecerás, que no perderás, que todo irá mejor, que serás más alto, que todo tendrá respuesta, que no hay fatalidad, que eliges tu destino, que los recortes sociales son por tu bien, que, después de la muerte, te aguarda una eternidad placentera. No nos gusta verlo, pero la verdad es más simple. Cuando se acaban los cuentos y las monsergas, cuando estás más allá, cuando has despertado, cuando has renunciado completamente, aún queda algo, nace algo. Nace el estilo.

          Creemos que podemos vivir asomados a un balcón, sentados en un sofá, o desde la barrera, en un recinto acristalado y acondicionado para no sufrir, para no pasar frío, ni hambre, ni dolor, ni miedo, ni abatimiento. Y ese lugar no existe. Vivir es sórdido y peligroso, cada uno de los días la vida te da una dentellada, que arranca un trozo, te traza una herida, incluso abrir una lata de sardinas. Es un ring de boxeo, un ruedo, la arena de un circo romano, un campo de batalla. Pero mejor no pensarlo, mejor hacer como si no hubiera lobos en el bosque. Mejor no hablar de ello. Pero los hay, están ahí.

          Algunas veces la gente te aporta estilo. Todos los que nombra tienen estilo. Decía Nietzsche, nace un estilo grandioso cuando lo bello obtiene una victoria sobre lo enorme (El Anticristo), cuando una simple manera de hacer, de estar, de mirar, prevalece sobre todo aquello que de forma tan desmesurada nos sobrepasa.

          "Style is a difference", es un click, hay un antes y un después, se tiene o no. Y no tiene que ver con la elegancia, los complementos, el diseño, ir de compras, hacerte la cirugía, el índice de masa corporal o el dinero gastado. "Cats", "men in jail","rain dogs", tienen estilo.

          Es un "fresh way"un modo natural, espontáneo, desenvuelto, fresco, no impostado, no fingido, no realizado para la galería.

"... or, you walking/ out of the bathroom naked without seeing me"

          No es un espectáculo, no consiste en la culminación de un adiestramiento, no se está posando. Nace de dentro, de una determinada percepción interna, de un despertar. No se aprende ni nadie te lo puede contar.

          La belleza, está, existe, es espontánea. La sangre circula por las venas, respiras, deseamos andar o besar. El estilo nace de aprender a escucharlo todo, a los demás y sobre todo a uno mismo, en vez de estar suscrito a la doctrina aguachirlada y recurrente de cada día, consciente de que, como decía Heráclito, el fuego, el rayo lo gobierna todo.

          Somos los guardianes de una llama, de una hoguera. Nos quema en las manos pero estamos completamente cercados por la oscuridad. En un pequeño poema, sencillo pero radical, estúpido, como la cháchara de un borracho, se ha obtenido una gran victoria sobre lo enorme.

Aquí interpretado por Ben Gazzara en "Tales of Ordinary Madness"

Y aquí , más impresionante todavía, leído por el propio Bukowski.