domingo, 3 de octubre de 2010

La anomalía Perelman




"Me llamó payaso y exagerado. Entonces tuve que advertirle que las fuerzas vivas del país eran tan grotescas, tan pródigas en figurones, pendonistas y esperpentos, que cualquier payasada mía se quedaba corta, pálida y ñoña"

Juan Marsé. La oscura historia de la Prima Montse.
(No me llaméis marsista)


Al leer el reportaje de Rodrigo Fernández en El País de hoy, y ver la foto de Perelman (mi nuevo súper antihéroe, Perel-Man, ahora entenderéis por qué) me vinieron a la memoria los iconos venerables de egregios barbudos habitantes del panteón de ilustres literatos rusos tipo Tolstoy, Dostoyevsky, Turgenev o Solzhenitsyn. Pero a diferencia de éstos contrastaba llamativamente su absoluta carencia de majestad decimonónica.

 Más bien apuntaba al talante de medio vagabundo medio bondadoso cínico. Del genio que vive en un apartamento (apartado) de un suburbio de mierda de una ciudad de mierda, en un país de mierda, que pertenece a un continente de mierda en un mundo de mierda, como el que vive dentro del tonel de Diógenes o embutido en la cueva de Platón. Es posible que alguien piense que padece un proceso mental de infantilización o imbecilización, que no le permite salir del vientre de su madre (pues vive con ella). Pero salió, resolvió la conjetura de Pioncaré, y luego se volvió con ella, que no es lo mismo.

Lo que destaca es el contraste entre la altura de sus consecuciones y la total falta de cualquier leve indicio o vestigio de solemnidad en su actitud, su porte o sus comportamientos. Ni siquiera su indigencia ha sido exacerbada o mediática, y sigue siendo amable con los vecinos, contraviniendo la ley que exige que todo genio asqueado del mundo ha de ser malhumorado, al estilo Salinger, Schopenhauer o Nietzsche. Recomiendo aquí la lectura, singularmente provechosa para ampliar campo focal, de Crates, cínico, de Marcel Schwob)

Juan Carlos Onetti

Algo así como lo que le ocurría a Juan Carlos Onetti (otro más allá de los agasajos, del bien y del mal), que afirmaba sorprendido, cuando vino a España huyendo de la dictadura uruguaya, que los escritores de aquí le parecían gobernadores civiles.

Camilo José Cela Trulock

Lo asombroso es que a Perelman se le tache de genio demente, egocéntrico o misántropo.

Su rechazo de los premios provoca reacciones de incomprensión generalizada, y parece que, en algunos casos, este rechazo es vivido como provocación u ofensa. ¿Tan pagadas de sí mismas están élites intelectuales del mundo que viven como un insulto el hecho de que alguien les retrate con su indiferencia?¿Hay tanto agravio en que alguien, que no es rico, rechace un millón de dólares? ¿Nadie ha tenido nunca la más leve sospecha de que los premios puedan ser la manzana envenenada con la que nos hace comulgar la incontestable religión del éxito? ¿Nadie se pregunta si los premios y prebendas no serán sino mordazas de oro, proposiciones indecentes?¿Debería aceptar uno, dos o tres premios, de manos de quienes, tanto académicamente como mediáticamente, han urdido maniobras y artimañas para desposeerle del reconocimientos de sus logros, que nadie duda ahora que sean incontestables?

Alguien, que, aparte de que sea un genio de las matemáticas o no, viva indiferente al culto a la imagen, a la pose, a la relevancia, al impacto mediático; alguien que siempre firmó sus trabajos como Grisha ( el hispánico Goyo, apelativo familiar y cariñoso de Grigori) y no es un detalle irrelevante pues indica que prefiere que le quieran a que le admiren, es alguien en quien merece la pena que nos detengamos un momento a pensar, y en quien merece la pena que nos pongamos en su pellejo.

Puede que entienda que los premios para él consistan antes en lo que se es, se hace o se consigue superar, más que en lo que se tiene o de lo que se puede presumir.

Su misantropía ¿pueda acaso consistir en algo que antes se llamaba dignidad? ¿Hay erigida alguna Estatua de la Dignidad?
¿Tan poco acostumbrados estamos a que alguien se comporte tan simple y dignamente que no somos capaces de reconocerlo? Su falta de habilidades sociales ¿le convierte en un inadaptado?¿Por qué se quiere subrayar su natural taciturno para hacerle aparecer como un Shrek en un mal momento y no nos cuadra que siga siendo afable con sus convecinos y que reciba amigablemente a los periodistas?

¿Es tan peligroso que alguien haga Huelga General de adhesión inquebrantable con los valores del libre mercado?
¿Ha surgido una anomalía en el continuo espacio-tiempo capitalista, un meteorito alienígena, al que hay que aplicar la aniquilación inexorable a cargo de los anticuerpos?
¿Moverse ajeno a las leyes de la ambición y del mercado es una irreverencia, una blasfemia que tendrá que pagar con su imagen? 
¿Es necesario iniciar una campaña mediática universal para denigrarlo, y tacharlo de poco menos que de boxeador sonado de las matemáticas, muñeco roto de la programación mental soviética, destino trágico de una mente brillante, quijote al que se le secó el cerebro con sus teoremas, y seria advertencia acerca de los peligros que tiene pensar demasiado, exageradamente ¿?, si no es para subrayar las cuatro tonterías que ya sabemos, que dos y dos son cuatro?(a veces pueden ser veintidós).

¿Un piquete ético de la ciencia es un peligroso ejemplo y hay que darle cera como a los sindicalistas en España o izquierdistas peligrosos, que hasta Toxo se va de vacaciones y se echa colonia de marca, y Umberto Eco come con palillos, para escándalo de la feligresía?


¿Es posible imaginar que una persona acostumbrada a pensar por sí misma, haya descubierto  y generado sus propios fines y ambiciones personales, y que éstos no coincidan con las mamarrachadas de Paris Hilton o Belén Esteban que entre todos les reímos?¿Es posible decidir qué queremos?¿Es tóxico o radiactivo?

Me da en la nariz que este hombre, con total simplicidad, se ha retirado voluntariamente a un lugar donde le dejemos, de una puñetera vez, en paz. ¿Es tan difícil de comprender?

Yo, que no sé resolver un sudoku sin tirarme de los pelos, desde mi total ignorancia de las matemáticas, sólo quiero dejar constancia de mi adhesión a su persona y la admiración por su postura. El respeto que me merece no me permite ni siquiera mostrarle como bandera de nada, pero me revuelve el estómago que quieran presentarle como una mera caricatura de ser humano. Espero que os baste su silencio.

Gracias Perelman.

PD Vaya mierda de post. ¿Es un post o un test? Poned una equis en el lugar correcto.

2 comentarios:

  1. A las élites, lo que les agravia de la anomalía Perelman es, sencillamente, que demuestra que es posible otro camino. Basta con esta insolencia para echarle a los pies de los caballos. ¡Ahora que ya todos creían que, si te den un premio, pues qué remedio!, va este hideputa y, escudándose en no sé qué milongas de humildades seguramente narcisistas, cuando no abierta y enfermizamente misantrópicas, demuestra con hechos, ni siquiera con palabrería hueca, que se puede decir "no, gracias" y volverse pa casa.

    Tal ha sido su delito. Tanta la venganza.

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  2. ¿La "anomalía de Perelman"? . . . ¿por no querer recibir un premio? . . . pues que haga lo que quiera y sobre todo que le dejen el paz, seguramente el nunca pidió que se lo dieran . . . . . . . no será más bien que a los que lo dan les han herido el pundonor?
    Menos reacciones de incomprensión generalizadas ni provocación u ofensa y más respeto a una decisión personal.

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