martes, 8 de febrero de 2011

No tiene perdón

"Cerco un paese inocente"
Cesare Pavese

        Después de leer la magnífica crónica de Rosa Montero en el País de hoy (hay que leerlo antes de seguir), y, a su estela, hacer un somero repaso al desfile interminable de gúrteles, cacicadas fabricias,  trajedias valencianas, sólo se me ocurre añadir que ser culpable puede ser objeto de atenuantes, eximentes, prescripciones, presunciones ilimitadas de inocencia, sobreseimientos, falta de pruebas o de testigos, caos contables, archivos, clemencias y hasta del veredicto de las urnas, que viene a ser como el comodín del público para estos casos. Pero lo que nunca se perdona, de ningún modo tiene perdón, es el crimen de ser inocente. 


        Este cándido italiano, con pinta de perro flauta, después de zafarse de Berlusconi, vino a toparse contra el Manual de buenas maneras en el trato con la oposición de Teófila Martínez, trasunto del de Aznar (pero con derechos de autor de Arturo Pérez-Reverte), para acabar como el Lute, en las mazmorras gaditanas por mor, al parecer, de una lejía, es decir una herejía legal.




         Y no aprendemos. En España todo, sus perros, sus toros, las moscas de sus toros, sus habitantes (santos inocentes), incluida su justicia, resulta ser propiedad eterna de sus amos naturales.

Actualización bandera 1.0

        

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