martes, 17 de agosto de 2010

Perdonen las disculpas

Cuando el año pasado decidí comenzar este blog, lo hice movido por la necesidad de tomar la palabra, plasmar mis opiniones, ni mejores ni peores que las del resto, y ver qué forma tomaban.

Como primer intento no estuvo mal, pero la sucesión de desdichas que llamamos biografía se cernió sobre mi cabeza, incluyendo el robo de mi ordenador. Eso explica, en parte el silencio de esta temporada, mal salario a vuestra comprensión y fidelidad.

A partir de ahora tengo la intención de relajarme un poco más y dejar que por mis dedos hable mi punto de vista psicótico-paranoide, y mi oposición constante a la postura acomodaticia y de trazo grueso que impera.

El año pasado me vi soliviantado por la campaña en contra de los disturbios del botellón de Pozuelo de 2009. Para que tales desmanes no vuelvan a reproducirse el consistorio de dicha población va a contratar a 4 policías más. Mucha, mucha policía. Olé medidas a la altura de los ríos de tinta que dio que hablar la Pijo Borroka, de unos incidentes en los que ella misma no fue inocente del todo.

Esas paradojas de la vida hacen que los partidarios de la mano dura contra los desmanes juveniles profesen una religión cuyo rito vertebral no es más que una versión del botellón. Si bien, desde los albores evangélicos de su credo nunca fue llamada así, sino Última Cena. Y nació en un principio, clandestina, perseguida por los sanedrines y se repite hoy en forma de misa, incluyendo cánticos, comida, bebida ¿Qué es la Eucaristía sino un botellón donde rula el Cáliz en vez de los minis?

Es verdad que en los botellones católicos habla uno solo y, en los otros, todo el mundo a la vez. Pero no estoy muy seguro de que constituya sea una desventaja. Dejo ese hueso para roer.

¿Deberíamos dejar caer "todo el peso de la ley", como se repitió hasta el hastío en los medios de comunicación, sobre el Botellón cristiano, también llamado eucaristía?¿En vez de "podéis ir en paz", no sería mejor acabar con un "disuélvanse ordenadamente"?

El otro día leyendo "Rebeldes" de Susan Hinton, encontré esta frase, en boca del narrador, un adolescente supuestamente confundido y atónito sobre el juicio que merecen los desmanes juveniles, ya !en el año 1967!: "que les dedican un artículo en el periódico por ser una vergüenza pública un buen día y una deuda de la sociedad al día siguiente". Me gusta más esta postura dubitativa o ponderativa que la de la mano dura, y el camino del medio.

Por eso empecé este blog. Y por eso voy a continuar. Para pensar, para sopesar con mi corazón (zona catastrófica) la tormenta de un mundo de planteamientos grises y convencionales. Pero pensar da pereza, cansa y se necesita una gran fuente de energía. Y esa fuente es la pasión, porque contra lo que se suele considerar se piensa con el corazón primero y la cabeza sólo sirve para poner las ideas en fila india.

Y perdonen las disculpas, y disculpen los perdones.

PD 1- Soy un negado en el diseño del blog, lo veréis cambiar de forma y color hasta que alguien me de buenos consejos.
PD 2-Vuestros comentarios son, junto con mi propia capacidad reactiva, la mezcla explosiva que me permite seguir al pie del cañón. Comentad cualquier cosa y olvidaos de estar al nivel de Kike. Nadie está. Y si no lo hacéis, al menos marcad la reacción que os merece.
Gracias a todos.

2 comentarios:

  1. Te iba a dejar un comentario gracioso, pero de repente me he encontrado esa post-data y me he quedado paralizado por alusiones.
    Da gusto volver a leerte. Toda la prensa debería ser así.

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  2. Alegría da leerte y alegría me da haber encontrado alguien que me sorprenda constantemente, me haga reflexionar y plearme conmigo misma.... mola :)

    Wellcome back!

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