jueves, 2 de junio de 2011

Un pasaporte sentimental

Un pasaporte sentimental
Una antorcha de cenizas.
Las lejanas cicatrices del firmamento.
Lagrimas pesando como aldabas del pasado
Dagas que indagan
Profundas cataratas líquidas de arena
Sexo.
Molinos de arena.
La memoria es de arena
cuerpos rellenos de arena
muñecos de trapo llenos de arena,
relojes de arena girando siempre la misma arena
palpitando arena por nuestras venas
desiertos de ayer,
sacos de arena contra las tapias del cementerio,
fusileros del olvido contra el paredón
aeropuertos y autopistas del odio contra
los lentos senderos de la memoria,
hecha de arena, hecha de polvo de los caminos,
mínima, cálida, dulce y luminosa al sol
sin sablón de sal, muerte blanca y vertical
contra muros de cal viva,
recuerdos contra memoria,
ramas del recuerdo
no nos dejan ver
el bosque de la memoria.


Con una pala rompo la costra de mi piel,
levanto el cadáver que soy yo mismo,
desentierro ojos de arena,
que marcan compases del abismo,
con una copa de vino
abro las lentas lentes del pasado
veo una huerta y un olivo, y niños cantando
por el recodo del río, 
niños que olvidaron la lección,
Olvidaron el futuro
Aprendiendo a jugar al amor,
Primera sed de ser y ser tenido.

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