lunes, 12 de octubre de 2009

Sufro, luego existo. 1-Catedralicemos

Si un extraterreste hubiera asistido a la agonía de Karol Wojtyla, hubiera observado cómo una corte y cohorte de fanáticos le aplaudían, entre cánticos y vigilias, y alentaban su decisión de morir sin ningún tipo de paliativo al dolor. El secuestro, el extravío mental de un anciano en sus estertores, perdido en su dolor, era glorificado hasta el delirio de la santidad. Y ese colonial antropólogo no hubiera dudado del carácter salvaje y feroz de los aborígenes de este planeta que reverenciaban, festejaban y vitoreaban dicha atrocidad.

Y si además hubiera asistido a la persecución del doctor Montes, hostigado en todos los frentes como un asesino peligroso, y cuyo nefando pecado era sedar a pacientes terminales, vulnerando el sagrado principio del sufrimiento, hubiera marcado este planeta en la leyenda de la Guía Michelín Estelar con el punto rojo que significa “peligro, locos de atar”. Esto hace buena aquella máxima que dice que la prueba de que existe vida inteligente fuera de este planeta es que no han intentado ponerse en contacto con nosotros.

Sufrir nos pone. Cómo mola sufrir en este valle de lágrimas, en este pozo de aflicción, cómo nos gusta sufrir esta vida que no es más que una mala noche en una mala posada. Y eso que todavía no nos han pasado la factura.

Sufro luego existo. Si no puede ser de otra manera, sufrir da sentido a la vida. Disfrutar, apreciar, querer, amar o reír, constituyen frivolidades que nos distraen de lo sustantivo, de lo ontológico que hay en sufrir. Sufrir llena de contenido, de color, de relieve, algo, de por sí, tan vacío e insustancial, como es la vida. Entre dos abismos infinitos, el anterior a nuestro nacimiento y el posterior a nuestra muerte, surge una chispa que se sabe efímera. Y quema a rabiar. Vamos a sufrirla como único modo de sentirla. Vamos a afligirnos constantemente por su carácter pasajero. No sólo vamos a morir, sino que entremedias habrá que mortificarse, que significa que vamos también a reprochar minuciosamente cada una de las menguas reales o imaginarias, amplificándolas, magnificándolas y catedralizándolas. Porque catedralizar es la manera como cristaliza el sufrimiento.

6 comentarios:

  1. No se si se la dará a la tuya pero desde luego a la mía NO.

    Uno no escoge sufrir porque si, no vagamos por este mundo buscando sufrimiento para llenar nuestras vidas ni "Sufrir llena de contenido, de color, de relieve"

    Te has pasao Macho con lo de "sufrir da sentido a la vida"

    Te aconsejo no generalizar.

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  2. Me halaga que alguien que no me conoce me lea, e incluso me siga. Porque si me conocieras, no iría por ahí tu comentario. Sufrir no es "mi" tesis, es una premisa cultural capitaneada por la Iglesia, pero no sólo por ella, que hemos mamado, aprendido desde pequeños. ¿No conoces a nadie así?!Qué suerte! Son los pelmazos, manipuladores y gente dañina en general y hay que librarse de su dominio y desaprender sus mentiras. En esta serie de 5 pretendo que desaprendamos juntos todos los días alguna cosa. La letra con sangre NO entra. Gracias por estar ahí, pero te pido un poquito de paciencia. Espero que luego te compense.

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  3. De pequeño me llamaba mucho la atención eso de "en este valle de lágrimas". Jamás entendí porqué en misa se empeñaban en decir que la vida era un dolor. No es que no lo compartiera, es que ni siquiera lo entendía. Fué entonces cuando comencé a tener la sensación de que los católicos viven en un Universo alternativo -desde luego muy diferente del mío-. El primer paso para integrarlos debería ser desprogramarlos -como se hace con los integrantes de una secta- para que comiencen a ver la realidad tal y como es, y no tal y como les han contando.
    El mundo no es un valle de lágrimas. A veces es un poco hijodeputa, pero ni lo es siempre ni lo es para todos. Y la dignidad no la da el sufrirlo, sino el tratar de mejorarlo.

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  4. Hola Rafa!
    Hoy me tomé un ratito para leerte (hay que hacer tiempo para lo importante sobre lo urgente), y siempre es un placer.... aunque sigo necesitando tiempo para entender cada frase en español puro y duro :))...
    Ya se que no eres precisamente muy devoto a la poesía de mi amigo Benedetti, pero tu texto me hizo acordar a una de las suyas, titulada La vida, ese paréntesis.... si no la has leído, te la recomiendo y es bien breve.... como la vida misma :D.
    Seguí escribiendo!
    Besos, Vale

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  5. Los extraterrestres fliparían con tantas cosas! . . . . opino lo mismo que la máxima esta a la que te refieres, vamos que desde donde estén nos mirarán atónitos!

    Lo que nos gusta regodearnos en el sufrimiento, y venga! y dale!, y más sufrimiento!, por todo!, . . . . uf! que cansina es la gente! y sobre todo que perdida de tiempo tan absurda! . . . . que no digo yo que algo si haya que sufrir a lo largo de la vida, pero hombre lo justo y sin excesos . . . . . . . . . . . . . . . .

    Una delicia leer tus textos, siempre jugosos!

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